Cuando hablamos
de comunicación, entendemos que nos referimos al proceso de enviar y recibir mensajes, pero pocas veces nos detenemos a pensar en la forma en que comunicamos lo que pensamos, los deseos y anhelos que tenemos o lo que estamos sintiendo. En muchas ocasiones decimos lo que la otra persona espera y, por no pasar un mal rato, omitimos lo que realmente pensamos o sentimos, lo que nos lleva a no ser asertivos.
¿Sabes a qué se refiere la comunicación asertiva?
Cuando decimos que debemos comunicarnos asertivamente, nos referimos al hecho de emitir un mensaje, pero de la manera correcta, sin caer en parecer agresivos, toscos o en dejar una imagen de debilidad. Se trata de decir lo que realmente piensas, controlando tus emociones y de paso las palabras que usas, es decir, siendo conscientes de lo que queremos decir; la asertividad nos permitirá, dependiendo del contexto, expresar inconformidad o desacuerdo sin llegar al uso de malas palabras o acciones que perjudiquen a nuestro interlocutor.
La asertividad, para mí, es un camino, no una meta final, pues todos los días aprendemos y desaprendemos, identificamos nuestras falencias, corregimos lo que creemos que está mal y tratamos de mejorar: es un ciclo que no acaba. Por eso hoy te invito a que pienses cómo comunicas tus ideas, qué crees que puedes mejorar y consideres cuál sería la mejor manera de decir lo que piensas a quienes te rodean, recuerda: comunicarnos asertivamente influye en todos los aspectos de nuestra vida
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